sábado, 22 de octubre de 2016

Implantando la clase al revés

Comienzo un diario sobre el curso de Flipped Classroom que estoy realizando con el CRIF Las Acacias.
Y para comenzar, un podcast con las ventajas que puede suponer esta metodología
Podcast

La reflexión que debemos hacer hoy sobre la escuela es si realmente la nuestra está en el siglo XXI. Me temo que, en gran medida, nuestra escuela tenga alumnos del siglo XXI que trabajan con métodos y contenidos del siglo XX y con profesores cuya mentalidad es más propia del siglo XVIII, del siglo de las luces o de la Ilustración, que la de nuestro siglo.
Y explico esta última apreciación.
No es que los profesores sean antiguos o estén anticuados, sino que, incluso utilizando las más vanguardistas metodologías y los últimos avances de la tecnología, sus principios profundos están aún anclados en esa "Modernidad" ilustrada.
Y esto no está nada mal ni es, en principio, nada negativo, pues muchos de esos principios debemos mantenerlos con fuerza ya que son el fundamento moral de las sociedades modernas.
El problema está en uno de ellos: el propio de la Iluminación del conocimiento y su difusión "desde arriba" hacia los alumnos y no asumir que, en el siglo en que vivimos, en la sociedad en que vivimos, la "sociedad red" como la llama Castells, ya no alcanzamos el conocimiento arduamente mediante el estudio y luego tenemos, los maestros, la obligación de difundirlo, sino que, en una sociedad intercomunicada, los conocimientos están ahí, en esa "red" que formamos los humanos y que ya no se trata de difundirlos, sino de compartirlos, de ponerlos al alcance y ponernos al alcance para intercomunicar y posibilitar ese conocimiento profundo y complejo que produce el verdadero aprendizaje.
Por eso, quizá, el "darle la vuelta a la clase", la "Flipped Classroom", pueda resituarnos ya no en el centro, sino en la periferia, ya no como líderes, sino como mediadores de un proceso, el del aprendizaje, en el que también somos aprendices.

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