Si darle la vuelta a la clase -Flipped classroom- puede resultar motivador para el alumno y mejorar distintos elementos del proceso de enseñanza-aprendizaje, el trabajar de modo colaborativo y por proyectos puede ser un acicate para implicar al alumno en su propio aprendizaje al mismo tiempo que convertirle en un ciudadano colaborador y consciente de los otros.
Es cierto que -sobre todo en Secundaria y Bachillerato, no ya en otros niveles superiores- el docente se suele enfrentar "solo ante el peligro" a la clase, siendo infrecuente que compartamos no solo el espacio docente, sino incluso las reflexiones que nuestro trabajo nos hace plantearnos.
El poder compartir proyectos, ideas, reflexiones, problemas... con otros docentes, tanto colegas de nivel y asignatura como de otros niveles y áreas o temáticas puede enriquecer nuestro trabajo, además de encontrar que no solo no estamos tan solos, sino que aquellos problemas que creíamos solo teníamos nosotros, ocurren con más frecuencia de lo que parece y que pueden tener soluciones en las que no habíamos caído por nuestro afán por ensimismarnos y aislarnos de los demás.
Es muy cierto que, hoy por hoy, con el ritmo frenético de las clases, con los horarios más que llenos, rebosantes de tareas, con las exigencias burocráticas cada vez más acuciantes, no hallamos un hueco para compartir nuestros afanes y nos vamos a casa, ya no solo cansados físicamente, sino con el ánimo poco dispuesto a reflexionar y menos en común, sobre nuestros problemas docentes.
Quizá foros y redes puedan ayudarnos a remediar esta situación, pues muchos docentes ya los usamos y encontramos, no solo apoyo y ánimo, sino a veces ideas y soluciones que no se nos habían ocurrido, pero que nos pueden permitir enfrentarnos al día a día de la docencia sin caer ni en el aburrimiento ni en un trabajo rutinario y adocenador.
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